José de la Paz Pérez /
A mitad del sexenio de Evelyn Salgado Pineda como gobernadora de Guerrero, el balance refleja una gestión marcada por retos profundos, pero también por un esfuerzo incansable por estar cerca de la gente.
Estos tres años no han sido sencillos. La inseguridad sigue siendo una sombra constante, con episodios cada vez más complejos que requieren respuestas contundentes.
Sin embargo, la mandataria ha demostrado una determinación que pocos pueden negar, participando de forma ininterrumpida en las sesiones diarias de la Mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz, enfocada en devolver la tranquilidad que los guerrerenses exigen y merecen.
Desde el inicio de su gestión, la gobernadora ha sostenido un compromiso con los principios de la Cuarta Transformación (4T). Ha priorizado la atención a los sectores más vulnerables, especialmente a los adultos mayores, reflejando los ideales de inclusión y justicia social que guían la administración federal.
Pero su enfoque no se ha limitado sólo a ellos: también ha promovido políticas para apoyar a las mujeres, los estudiantes, los niños y las familias en su conjunto, con el objetivo de construir un Guerrero más equitativo y próspero.
El compromiso de Salgado Pineda va más allá del discurso. Guerrero ha sido golpeado por fenómenos naturales devastadores, como el Huracán Otis en 2023 y el Huracán John en 2024. En ambas ocasiones, la gobernadora estuvo en el territorio desde el primer momento, supervisando las tareas de rescate y ayuda sin descanso.
Su liderazgo en situaciones de emergencia ha sido visible, al poner el bienestar de las comunidades afectadas por encima de cualquier cálculo político o personal. Ha dado ejemplo al estar siempre al frente, liderando con el ejemplo y asegurándose de que la ayuda llegue a los rincones más necesitados del estado.
La ciudadanía reconoce que, si bien el panorama no es sencillo, Evelyn Salgado ha demostrado ser una gobernadora trabajadora y cercana al pueblo.
En los momentos difíciles, ha estado presente, una virtud que difícilmente puede ser cuestionada. Guerrero atraviesa una etapa compleja, pero la mandataria ha mostrado que siente las necesidades de su gente y que está dispuesta a hacer todo lo que esté en sus manos para mejorar su calidad de vida.
Aún faltan tres años para completar su administración. El desafío es mantener ese mismo ímpetu para que los logros no se queden a medias y que las promesas se conviertan en realidades tangibles. Evelyn Salgado ha mostrado que tiene la voluntad de trabajar con entrega, y los guerrerenses esperan que ese ánimo no se debilite.
Su capacidad para enfrentar los retos y estar al lado de su gente será importantísima en la segunda mitad de su mandato, donde las expectativas siguen siendo altas. Guerrero necesita estabilidad, progreso y seguridad, y en este tramo final, el compromiso de la gobernadora será fundamental para cumplir con esas metas.
Por ahora, los guerrerenses saben que su gobernadora ha estado allí, donde se le ha necesitado. La expectativa es que, en los próximos tres años, su cercanía con el pueblo y su voluntad de servicio continúen marcando la diferencia en la vida de quienes más lo necesitan.