Pandemia deja a trabajadores del mundo, además, en crisis económica


*La justicia social, el diálogo social y los derechos laborales son cruciales para enfrentar el Covid 19, dice la Organización Internacional del Trabajo

José de la Paz Pérez 

La pandemia del Covid-19 ha afectado a más de 200 países alrededor del mundo, de hecho, los números más recientes indican que hay más de 3 millones de personas infectadas y más de 200 mil muertos, y los números siguen creciendo, lamentó la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Con motivo del Día del Trabajo, la OIT se solidarizó con los millones de personas que están en el frente más delicado de la pandemia: Trabajadores de la salud y de cuidados, trabajadores de servicios públicos y de emergencia, y aquellos trabajadores en el sector transporte, limpieza, seguridad, agricultura, alimentación y venta. 

Son seres humanos cuya salud y seguridad no están suficientemente protegidas, sus condiciones de trabajo son malas y sus salarios son bajos, luego de años de fracasadas medidas de austeridad y de recortes en el gasto público en salud, con privatizaciones de los servicios públicos, que han socavado la capacidad de los países de responder a la crisis, señaló la organización.

Agregó que millones de trabajadores se ven fuertemente afectados por la crisis del Covid-19 y las perspectivas se muestran desfavorables. 

La proliferación de trabajo precario e informal, dice, ha dejado a millones de trabajadores extremadamente vulnerables frente a la pandemia, ya que han perdido sus trabajos y sustentos y no cuentan con apoyos para sus ingresos, acceso a la salud y a la protección social, quedando así en una situación de pobreza e impedidos de proveer sustento a sus familias.

Cuando el mundo está aún lidiando con las consecuencias dramáticas de la pandemia, "y mientras que los economistas prevén la peor crisis económica y de empleo desde la depresión de 1929, es el momento de poner en marcha el llamado a un nuevo contrato social de la Declaración del Centenario de la OIT, adoptada en Junio de 2019, con justicia social y derechos laborales en el centro", propuso.

La OIT se propone jugar un rol clave en el sistema multilateral para asegurar que la justicia social, el diálogo social, el empleo decente y la paz universal y duradera estén en el corazón de las respuestas y en la recuperación de la crisis.

Por eso, y en el marco del Día del Trabajo, la OIT llamó a gobiernos y empleadores a tratar y hacer posible, con urgencia, los siguientes puntos:

1. La protección de la salud y la seguridad de los trabajadores deben ser reconocidos como un derecho fundamental.

2. El reconocimiento de Covid-19 como una enfermedad ocupacional.

3. La necesidad que la OIT adopte un nuevo convenio sobre la protección frente a riesgos biológicos.

4. La protección de los trabajadores de primera línea y de todos los trabajadores frente a los riesgos del Covid-19, es de suma urgencia. Todos los trabajadores deben tener acceso a equipos de protección personal (EPP). Los trabajadores de primera línea deben tener la garantía de recibir los cuidados adecuados en caso de enfermedad. En caso de muerte, como consecuencia de la infección, sus familias deben recibir una compensación justa.

5. Un esfuerzo global y coordinado es necesario para alcanzar la protección social universal. El impacto social y económico sobre los trabajadores y sus familias que debido a las medidas de confinamiento, hayan perdido sus trabajos o ingresos, deben ser mitigados. Las medidas deberían incluir subsidios a los salarios y extensión de beneficios de desempleo, pago por ausencia por enfermedad para todos los trabajadores, tanto para los trabajadores temporales y ocasionales, trabajadores autónomos, trabajadores de plataformas y trabajadores en la economía informal, como para los trabajadores migrantes. La cooperación a nivel global es necesaria para financiar la protección social para todos y todas, y para ayudar a los países menos desarrollados a responder a la pandemia.

6. Fortalecer los servicios públicos de calidad y el sector público, con inversiones elocuentes para asegurar el acceso universal a la salud, al agua, al saneamiento, a los alimentos y a la vivienda, y con la garantía que estos servicios cuenten con personal suficiente y que los derechos laborales sean respetados. Los salarios y las condiciones de trabajo en el sector de la salud y la economía del cuidado deben mejorar, abordando las desigualdades de género y las demás desigualdades.

7. El diálogo social, con respeto efectivo de la libertad sindical y la negociación colectiva, deben ser adoptados y desarrollados en todos los niveles como medias clave para responder a los desafíos de salud, sociales y económicos generados por la pandemia, tanto durante como en el período de recuperación.

8. La vulnerabilidad del modelo global de comercio y producción debe ser reconocido y enfrentado. La crisis ha expuesto los enormes riesgos para los derechos laborales en las cadenas globales de suministros desreguladas. La OIT debe urgentemente enfrentar estos desafíos de trabajo decente en las cadenas de suministro, con acción normativa.

9. La necesidad para todos los países de colocar el empleo y el trabajo decente al centro de las políticas macroeconómicas así como un alivio emergencial de la deuda para permitir que los países en desarrollo puedan combatir la pandemia del Covid-19 y facilitar una recuperación sustentable de la crisis.

10. El incremento rápido del teletrabajo y el uso de las nuevas tecnologías acelerados por la crisis del COVID 19, deben estar acompañados de una regulación adecuada y de protección incluso a nivel de la OIT, para evitar la precarización de las condiciones de trabajo.


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