-Y como le venía diciendo compadre Cucufato, hubiera visto el viejerío marchando en la mismísima Ciudad de México, que según por ser el Día Internacional de la Mujer.
-¿Cuál viejerío compadre? No sea usted tan Perplejo… bueno, así se llama… pero a las mujeres no se les llama viejerío, se les llama damas, se les llama mi amor, mi cielo, se les llama…
-Se les llama por teléfono también ¿no?
-Le digo pues, usted ya no se compuso… como los políticos, pues.
-Pues mire compadre, yo escuché que el gobierno les llama así: el viejerío, lavadoras de dos patas.
-¡No sea mamila!, yo nunca he escuchado que el Presidente les diga así, y eso que yo me echo todos los días “la mañanera”.
-Y usted no sea presumido, ya parece Félix Salgado, el Toro sin Tuercas, que hace tiempo no quería que hubiera cambio de horarios porque según no le daba chance de echarse el “mañanero”.
-Pero yo me refiero a la conferencia que el Pejeda todos los días en la mañana, por eso le llaman “la mañanera”. Y no me cambie la plática, usted está acusando al gobierno de ofender a las mujeres y eso no es cierto.
-¿Cómo no?, si yo mismo fui testigo cuando Diego Fernández de Cevallos se refirió a las mujeres como “el viejerío” y luego Vicente Fox les dijo “lavadoras de dos patas”.
-Pero eso fue hace tiempo, y además esos no son el Gobierno, sino un par de misóginos machistas…
-Sí, pero uno fue senador y el otro fue presidente de México, pos son gobierno, ¿no?
-Pues sí, en su momento eran gobierno, pero no quiere decir que sea el sentimiento o la convicción de todos los que trabajaron en ese gobierno. Además ahora son otros tiempos, estamos en la Cuarta Transformación.
-¡Será Transformación de Cuarta, jejeje!
-¿No le digo?, usted siempre con sus jaladitas. Además, ya nos salimos del tema compadre Perplejo, íbamos hablando del asunto de la marcha de las mujeres y del paro nacional. ¿Usted qué opina de esta lucha?
-Este… creo ya me voy a bajar en la siguiente parada del Acabús…
-¡No sea mamila!, si usted va hasta el Zócalo, y apenas vamos en las Anclas, así es que no le saque y dígame su postura.
-Pos esa del chivo en pre…
-¿Otra vez de mamila?, le estoy pidiendo su postura sobre el movimiento feminista.
-Este… pues… le voy a decir la mera verdad, no estoy totalmente de acuerdo.
-¿Está o no está?, no me diga que sí pero no, o que no pero sí.
-Lo que pasa es que hay algunas mujeres que se pasaron de lanza durante su marcha, anduvieron insultando a algunos varones que se acercaron.
-Pero es que están encorajinadas por todo lo que han sufrido a lo largo de siglos de abusos, de humillaciones, violaciones a sus derechos, e incluso asesinatos de las pobrecitas.
-Pues sí, han de tener su razón, pero que no exageren, ahí andaban unas diciendo que los hombres somos poco menos que monstruos, que somos su enemigo, y eso no es cierto.
-Pues déjelas compita, que nos digan lo que sienten, porque tienen mucha razón… y mucha muina contra nosotros.
-Pues sí, tienen mucha razón, pero no toda; nomás fíjese, se quejan de los feminicidios, pero cheque las cifras y verá que todos los días mueren asesinados más hombres que mujeres.
-Pero ellas pelean además porque el sistema patriarcal que se vive las ha dañado mucho.
-Mire compita, hay que ser sinceros, aquí en Guerrero hay muchos hogares donde hay matriarcado, nomás en su caso, fíjese, usted es bien mandilón, lo manda la vieja… perdón, la mujer, ¿sí o no?
-Bueno… mandilón no soy, sólo que hago lo que dice mi vieja… perdón, mi esposa, para que no se enoje, para que no me grite… para no pelear pues, ya estamos viejos para eso.
-Por otro lado, el tema del machismo no se va a acabar en una marcha, ni en un paro; si acaso se consigue es que las leyes castiguen a los abusadores, a los violadores, a los asesinos, pero no sólo de las mujeres, sino también de los hombres, porque la ley es para todos.
-Entonces… ¿cómo se va a acabar el machismo?
-Pues yo digo que quienes ya somos así no nos queda más que reducarnos, concientizarnos, que eso que nos enseñaron de niños no es bueno. Pero como los llamados a misa: lo hará el que quiere, el que quiera vivir en armonía con los tiempos que vivimos… y desde luego en armonía con nuestras lindas mujeres.
-¿Y las nuevas generaciones que vienen?
-Pues somos nosotros, los que hoy somos cabeza de familia, los que tenemos que ponernos “trucha”, formando a mejores niños desde hoy, para que mañana sean mejores ciudadanos, mucho mejores de lo que fuimos nosotros; y no es dándole todo a manos llenas, sino lo necesario; que desde hoy respeten a sus hermanitas para que ellas mañana exijan ese respeto en la medida que se den a respetar. Acuérdese que la educación sale de la casa, de la familia, los padres, así es que nuestros padres y abuelos son responsables de lo que hoy pasa en esta sociedad, ni modo, nadie nace sabiendo dirigir un hogar.
-Pero se puede aprender.
-Claro que sí, pinche compadre, ya vi que no es tan güey como parece.
-¡Uta!, ya comenzó de nuevo, mejor ya vámonos, que ya quedó vacío el Acabús; ya llegamos al Zócalo.
-Neta, vámonos, mi vieja ha de estar encabronada y lo que le sigue.
-¡Cómo que vieja!
-¡Gulp!