José de la Paz Pérez /
*Después del incidente de acoso que vivió la presidenta Claudia Sheinbaum, los partidos y voceros de la oposición han transformado un tema tan serio como la violencia de género en un nuevo campo de batalla política, insinuando sin pruebas que todo fue un montaje para ganar simpatías
Ciudad de México, 6 de noviembre de 2025.— Lo que debió ser una oportunidad para reflexionar como país sobre la violencia de género en torno a las mujeres se convirtió en la nueva guerra política.
La oposición mexicana encontró en el acoso que recibió la presidenta Claudia Sheinbaum la oportunidad para atacarla insinuando que se trataba de un asunto planeado; incluso, que se generó para desvirtuar otros temas del gobierno.
El incidente advertido por los medios, que cuenta con videos y fue ampliamente retransmitido en redes sociales, muestra a un hombre tocando de manera inapropiada a la presidenta durante un recorrido por el Centro Histórico de la capital.
Sheinbaum interpuso una denuncia formal y declaró que ninguna mujer tiene que tolerar el acoso ni la impunidad, sin importar su cargo.
Sin embargo, los líderes y comunicadores pertenecientes al bloque opositor del PRI, PAN y PRD desvalorizaron el hecho, cuestionaron su veracidad y dijeron que se trataba de un montaje de carácter política.
En lugar de señalar el hecho como un acoso, varios voceros usaron el apretón de manos como un mecanismo para desacreditar a la presidenta, mostrando la posibilidad de resolver el hecho en una ola de desinformación y burlas en redes sociales.
Diversas voces del movimiento feminista, junto con los organismos de derechos humanos, reprobaron la actitud de aquellas personas que usan un caso de agresión sexual como un recurso de tipo político.
“Es escandaloso que se use un hecho de acoso a mujeres para la política. Un hecho así se convierte en un mecanismo para eludir las restricciones perjudiciales del patriarcado”, lamentaron.
