Javier Soriano Guerrero
Todo comenzó a principios de marzo de 2025.
Un día amanecí con piernas y pies inflamados, acudí al doctor particular y me mandó hacer análisis de todo: sangre, orina, corazón, rayos X y electrocardiograma.
Al llevarle los resultados, me dijo que estaba excelente de todo... menos del pulmón derecho, donde se veía un tumor.
Me fui al ISSSTE donde me canalizaron con el oncólogo, el cual me turnó al Hospital de Especialidades Centenario de la Revolución Mexicana en Emiliano Zapata, Morelos.
Ahí fui atendido por el doctor José Ruiz Flores, médico especialista en cirugía toráxica, quien me citó varias veces antes de hacerme la biopsia el 11 de agosto pasado.
Estuve internado en el hospital de Emiliano Zapata, Morelos, tres días, durante los cuales recibí una excelente atención, tanto del doctor Ruiz, como de otros doctores, enfermeras, camilleros y practicantes de la Cruz Roja.
Uno de los familiares que me acompañó a Morelos se dio cuenta de la amabilidad y profesionalismo de todo el personal y me dijo “ojalá así atendieran en el Seguro Social”.
El día que me dieron de alta, se acercó una doctora y me preguntó que cómo estaba, que ella estuvo presente cuando me operaron y se había enterado que ya me habían dado de alta y había pasado a visitarme.
Este detalle de la doctora me sorprendió y me gustó, yo no sé si en los hospitales se acostumbra que los doctores pasen a despedirse de sus pacientes, pero, repito, me gustó el detalle.
Mi hermana Concepción y mi hijo Javier estuvieron conmigo acompañándome en el hospital y se dieron cuenta de la atención tan cálida que se me dio en ese hospital de Emiliano Zapata, Morelos.
Ahora bien, aunque el diagnóstico final no fue el deseado, ya que mi tumor resultó canceroso y las sesiones de quimioterapia me las darán en Acapulco, el tipo de atención recibida en algo contribuye a que el paciente no se sienta tan mal y vea con optimismo su recuperación.
Vaya mi agradecimiento eterno al personal médico y de enfermería que estuvo al pendiente de mi recuperación, no sé los nombres de ellos y ellas solo el del doctor Ruiz que encabezó el equipo que me operó en el Hospital de Alta Especialidad Centenario de la Revolución Mexicana en Emiliano Zapata, Morelos.
En Acapulco ya está entrando en operación el nuevo hospital de Especialidades del ISSSSTE en el Centro de Convenciones y quiero pensar que al personal médico, de enfermería, administrativo y demás, los hayan capacitado para que brinden un trato más cordial y humano a los pacientes que les toque atender.
Ahora sólo me queda esperar que mis quimios sean efectivas y logren que recupere lo más pronto mi salud para volver a mis actividades y dejar el encierro en el cual me encuentro actualmente.