Lo más exclusivo de Acapulco lo representa la Zona Diamante, la cual es producto de la necesidad de contar con un espacio de primer mundo en el ámbito turístico local.
Hace algunos años comenzaron las inversiones millonarias en proyectos turísticos de gran nivel y hoy es ya una realidad para el turismo internacional que busca un espacio de acuerdo a sus altas posibilidades económicas.
Es el Acapulco de los magnates, de los artistas y deportistas de primer nivel, es decir, de la gente que puede pagar no sólo sus vacaciones, sino los máximos lujos que puedan ser exigidos en un destino turístico.
Playas como la Bonfil, Barra Vieja y el Revolcadero, que son las más famosas por estos lares, representan el marco para esta área de mar abierto en donde la gente acude por ser playas que normalmente no están abarrotadas de paseantes.
Un paseo en caballo o en cuatrimoto, podrán ser las agradables actividades alternativas a lo largo de la zona de playa del Acapulco Diamante.
La puesta de sol resulta, al igual que en Pie de la Cuesta, lo más hermoso, romántico y tranquilo, que los visitantes pueden disfrutar al caer la tarde.
Aquí podemos encontrar los campamentos tortugueros, en donde colaboran distintos sectores sociales interesados en la protección de esta especie en peligro de extinción.